TODOS LOS QUE PIDIERON EN SUS DESTINOS, MANDAR SOBRE NACIONES... Escribe Alfa y Omega.

Alfa y Omega - La Ciencia Celeste

Escribe: ALFA Y OMEGA.-

TODOS LOS QUE PIDIERON EN SUS DESTINOS, MANDAR SOBRE NACIONES, RECAE SOBRE ELLOS, TODAS LAS INJUSTICIAS QUE PROVOCARON, POR IGNORAR LAS ESCRI­TURAS DEL PADRE; NUNCA DEBIERON HABER PERMITIDO EN EL REBAÑO, QUE UNOS HAYAN SIDO RICOS Y OTROS POBRES; POR­QUE FUÉ ENSEÑADO EN FORMA UNIVERSAL, QUE TODOS SON IGUALES EN DERECHOS DELANTE DE DIOS.-

Sí hijito; así es; sobre los llamados presidentes, reyes, jefes de estado, recae la más grande culpa de este mundo; por causa de ellos, el mundo vivió y aún vive una era de explotación; ¿Por qué no renunciaron a sus puestos, antes de violar la ley de Dios? He aquí una pregunta que se harán las generaciones del futuro; ¿Por qué fueron tan ciegos? De verdad os digo, que mil veces les valdría, el haber renunciado antes de violar el divino mandato del Padre; ninguno de los que fueron presidentes, reyes ó jefes de estado, entrarán al Reino de los Cielos; ni ninguno a entrado; estos demonios violaron sus propias promesas hechas al Padre; todo el que viola la ley del Padre, en el grado que sea, es calificado de demonio en el Reino de los Cielos; esta ley es igual para todos; porque se os enseñó, que todos son iguales en derechos delante del Padre; esta igualdad es para la luz, como para las tinieblas; para el premio ó para el castigo; según las obras de cada uno; todo mandatario que rigió los destinos de una nación, deberá sumar todos los segundos, del tiempo en que gobernó con ricos y pobres; ni ricos ni pobres se conocen en el Reino de los Cielos; ni sistema de vida basado en el poder del oro; ciertamente que sóis un mundo extraño; porque hicísteis las cosas, según vosotros; y no según el Padre; la prueba de la vida consistía en vencer toda moral extraña, a la moral del Padre; vosotros falsos profetas, perpetuásteis la extraña moral salida del oro; caísteis en la prueba de la vida; prueba pedida por vosotros mismos; la caída significa que nó entráis al Reino de los Cielos; no defendísteis lo del Padre, por sobre todas las cosas; he aquí lo que os hizo, la ilusión de una vida efímera; cuya meta era llegar a ser rico; de verdad os digo, que con lágrimas en los ojos, reconoceréis vuestra tragedia espíritual; porque nuevo mundo reemplazará al vuestro; toda vuestra extraña moral, todos vuestros planes, proyectos y propósitos, pasarán al polvo del olvido; estáis entrando al Juicio Final; un juicio que se inicia por Doctrina y termina revolucionando a la naturaleza…

Continúa…

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